"La energía de África: un nuevo negocio". Este es el título del artículo escrito por Francesco Starace para África: lighting up the future, incluido en la revista Aspenia, en el cual el Administrador Delegado de Enel analiza el escenario económico africano, centrándose particularmente en las influencias energéticas que están registrando un importante crecimiento, así como en la abundancia de recursos renovables en dicho continente.
África presenta una imagen económica positiva después de la recesión global de 2008, sobre todo en las región oriental y occidental. No obstante, hoy día 630 millones de habitantes aún no tienen acceso a energía eléctrica, un hecho que obstaculiza enormemente el crecimiento económico del continente. Se trata de una cifra alarmante si tenemos en cuenta que, según las previsiones, se podrían alcanzar los 1,7 mil millones antes del año 2030. El objetivo es invertir en esta tendencia, gracias a las energías renovables, invirtiendo por ejemplo en una infraestructura idónea para la transmisión y distribución de la energía, uno de los problemas principales del continente africano.
Uno de los objetivos de la green economy es la aceleración de la crecida sostenible y de la transformación socioeconómica y, como consecuencia, el incremento de la calidad de vida. En este ámbito, las energías renovables representan la respuesta más concreta a la demanda energética interna; África es rica, particularmente en recursos hidráulicos, solares, eólicos, geotérmicos y legados a la biomasa, cuyo desarrollo ofrece una serie de importantes ventajas. Las fuentes renovables son más fáciles de usar, precisan menos tiempo de construcción de las plantas con respecto a las otras fuentes energéticas, garantizan un considerable aumento en la ocupación laboral a nivel local y una disminución de los gases nocivos. Para hacer que estas ventajas se apliquen de la mejor manera posible, es necesario que los planes de desarrollo de estas energías renovables estén acompañados de planes reguladores que determinen los puntos clave para las inversiones del sector privado nacional e internacional. En este sentido, el "Scaling Solar Program", implementado por última vez en Zambia en 2016, representa un ejemplo concreto que puede ser replicado en otros países en vías de desarrollo como Senegal, Madagascar y Etiopia. La difusión de las energías renovables debe estar necesariamente acompañada por la difusión de las "smart grids". Los sistemas "mini-grids" y "off-grid" representan el medio más eficaz y económico para proveer de electricidad a zonas remotas y rurales. El camino a recorrer aún es largo y duro, precisa inversiones de alrededor de 70 mil millones de dólares al año desde ahora hasta 2030, dos tercios de los cuales serán empleados en la producción de energía (mayormente renovable) y un tercio a la creación de infraestructura para la transmisión y distribución.
Como cierre del capítulo, se incluyen algunas consideraciones sobre la importancia de la creación de partnerships para el crecimiento: Enel es miembro de RES4MED (Renewable Energy Solution for the Mediterranean), un organismo público/privado que ha decidido recientemente ampliar sus objetivos para incluir el África subsahariana, con el lanzamiento del proyecto estratégico RES4AFRICA. Tal iniciativa tiene como objetivo promover el desarrollo en el continente de las energías renovables y la infraestructura relacionada, proporcionando apoyo tanto a nivel regulador como tecnológico. Un proyecto en línea con los objetivos de desarrollo de Naciones Unidas.
África está cambiando rápidamente y con un ritmo más estable respecto al pasado; los jóvenes encuentran nuevas soluciones para la implementación de ideas y programas, crece el número de empresas emergentes y en general de todo lo que gira en torno al sector de la innovación. Por todos estos motivos, África es un continente en el que apostar fuertemente, también en el sector de energías renovables.
Redacción Enel