Es una Europa que se proyecta hacia un futuro cada vez más sostenible, la que describe el estudio “Just E-volution 2030”, realizado por Enel junto con The European House - Ambrosetti. Presentado en Cernobbio durante el Foro Ambrosetti 2019, destaca cómo la transición energética en los próximos años jugará un papel cada vez más importante en el aumento de la producción industrial y en el crecimiento de empleo, con repercusiones positivas también en términos de reducción de los costes sociales y económicos relacionados. El CEO de Enel, Francesco Starace, lo destacó también recordando los resultados: según el estudio, el crecimiento del valor económico del sector eléctrico en los diferentes escenarios (hasta 199 mil millones de euros para la UE) producirá un aumento neto en la producción industrial estimado entre 113 y 145 mil millones de euros para la Unión Europea. La transición energética habilitará nuevos servicios digitales caracterizados por un alto potencial de desarrollo en los próximos años, por un valor estimado en Europa de alrededor de 65 mil millones de euros; en términos de empleo, se estima que para 2030 podría generar hasta 1,4 millones de nuevos empleos en la UE.
Es esencial compartir los beneficios de la transición energética, acompañándola con medidas de amplio alcance que fundan aspectos climáticos, energéticos, ambientales, industriales y sociales
Francesco Starace, Enel CEO
Con respecto a Italia, el aumento neto en la producción industrial se puede estimar en 14-23 mil millones de euros, a los que se añaden otros 6 mil millones de euros por lo que respecta a los servicios digitales: 173 mil nuevos empleos para 2030 (en comparación con 97 mil en España y 52 mil en Rumania, por ejemplo). En este contexto, retomando las palabras de Francesco Starace, la descarbonización representa “una gran oportunidad para modernizar la economía europea, revitalizar el sector industrial y garantizar un crecimiento sostenible y duradero”.
El CEO explicó que frente a una generación cada vez más renovable, la entrada gradual de la electricidad en el sistema energético permitirá “no solo descarbonizar los sectores históricamente más contaminantes de la economía, sino también crear valor de otra manera, ofreciendo nuevos servicios a los consumidores, actores cada vez más centrales en el sistema eléctrico”. Por lo tanto, según Francesco Starace, es fundamental que compartamos los beneficios de la transición energética al apoyarla “con medidas de amplio alcance que fundan aspectos climáticos, energéticos, ambientales, industriales y sociales”.
Redacción Enel