En una entrevista con “Almanacco della Scienza” (Almanaque de la Ciencia), la revista web publicada por el Consejo Nacional de Investigación de Italia, el consejero delegado y director general Francesco Starace presentó la visión de Enel para la cadena de suministro de energía, explicando cómo es posible revolucionarla para construir un verdadero futuro a escala humana, autónomo y sostenible. La investigación es fundamental: “No basta con la visión de las empresas, se necesita un conocimiento sólido en la base de las estrategias, un conocimiento que se base en estudios y análisis que nos puedan decir cuáles serán los resultados de nuestras acciones en el corto y largo plazo”. Según el consejero delegado y director general, la clave es el conocimiento: “Tenemos que escuchar y abrirnos a la discusión. El mundo de la investigación puede brindarnos las soluciones y las indicaciones que necesitamos”.
El valor de las colaboraciones establecidas con entidades como el Consejo Nacional de Investigación de Italia, se desprende también de los numerosos proyectos que Enel está llevando a cabo para posibilitar la transición energética y la sostenibilidad, que están cada vez más en el centro “de nuestro Plan Industrial”, como recordó Francesco Starace: “El 94% de las inversiones previstas para el trienio 2022-2024 está en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas”. La dirección está marcada: “La última década ha sido la del desarrollo de las renovables, mientras que la década que acaba de empezar será la de la electrificación del consumo, en la que la gente se implicará activamente en el cambio”. Estas palabras hacen referencia a lo que el consejero delegado y director general anunció en los últimos meses: Enel adelantó en diez años, de 2050 a 2040, su objetivo de “cero emisiones”. Existen las tecnologías y los recursos para lograr este objetivo: “Lo que necesitamos ahora es que todos los actores involucrados miren en la misma dirección para crear un modelo totalmente sostenible”. En este camino, Enel también pretende implicar “a nuestros clientes, impulsando la electrificación completa de su consumo a través de una oferta integrada de energía y servicios innovadores, y a las ciudades, apoyándolas en la consecución de sus objetivos de descarbonización y sostenibilidad con soluciones como la electrificación del transporte, la iluminación inteligente y otros servicios avanzados, utilizando un enfoque basado en la economía circular”.
“Para construir un futuro a escala humana, se necesita un conocimiento sólido en la base de las estrategias. Tenemos que escuchar y abrirnos a la discusión, el mundo de la investigación puede brindarnos las soluciones.”
Francesco Starace, Enel CEO
En la entrevista, Francesco Starace también observó que la descarbonización y la reducción de los costes energéticos no son necesidades contradictorias: “Al contrario, la descarbonización representa la mejor solución a largo plazo y es funcional para garantizar la reducción de los costes energéticos. De hecho, lo que está sucediendo es producto del aumento en los precios del gas, en Italia el 90% del gas es importado y esto, lamentablemente, juega un papel decisivo en la mezcla energética del país (alrededor del 50%). El coste de las materias primas es una variable que no podemos controlar. Aumentar la participación de las energías renovables y electrificar el consumo permite utilizar fuentes de energía como el sol, el agua, el viento y el calor de la tierra, que por su propia naturaleza no tienen ningún coste y no necesitan ser importadas, reduciendo así la dependencia del exterior”.
A este contexto se suma también el PNRR (Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia de Italia), que el consejero delegado y director general no dudó en definir como una “oportunidad histórica” ya que brinda la posibilidad “de hacer algunas cosas fundamentales a largo plazo y tomar un camino de crecimiento diferente”. Enel presentó proyectos “que prevén inversiones potenciales de 26 000 millones de euros en dos de los seis pilares del Plan Industrial, proyectos que pueden crear unos 104 000 puestos de trabajo e incrementar el PIB de unos 86 000 millones de euros, casi tres veces y media las inversiones previstas”. Francesco Starace añadió también que, para que el Plan se convierta en un motor de desarrollo y, por lo tanto, en una oportunidad para las nuevas generaciones, es necesario destinar fondos a proyectos que sean capaces de transformar la estructura industrial, ocupando nuevos espacios en el crecimiento energético mundial. También recordó “Just E-volution 2030”, el estudio realizado junto con The European House - Ambrosetti sobre los impactos socioeconómicos de la transición energética: “Según los diferentes escenarios, se estima que, para 2030, el valor económico de la producción industrial podría aumentar entre 113 000 y 145 000 millones de euros en Europa, mientras que el empleo podría aumentar hasta 1,4 millones de nuevos puestos de trabajo”.
Redacción Enel