La consigna es “juntos”. En su discurso en el debate titulado “El nuevo mundo de la energía”, organizado el 3 de junio durante el Festival de la Economía de Trento, el consejero delegado y director general de Enel Francesco Starace destacó, en varias ocasiones, la importancia de actuar juntos para reducir la dependencia del gas y alcanzar la autosuficiencia energética también en relación a otros países. Según el consejero delegado y director general, hoy más que nunca es necesario que los estados de la Unión Europea actúen juntos, favoreciendo la transición hacia un nuevo modelo de consumo eléctrico. Basta pensar en los usos domésticos: si activamos el impulso de no usar la electricidad generada por el gas para cocinar o calentar centrándonos, en cambio, en los sistemas de paneles fotovoltaicos y bombas de calor, países como Italia podrían lograr la independencia energética dentro de cuatro años.
Es un modelo que funciona porque es más conveniente desde el punto de vista económico, como explicó el consejero delegado y director general Francesco Starace al periodista Paolo Mieli: “Los operadores lo han entendido y la novedad de esta nueva crisis energética es que la sociedad también lo está comprendiendo. Si instalas paneles fotovoltaicos en el tejado y descubres que la factura de la luz se reduce a la mitad, no vas a volver atrás”. Por tanto, según el consejero delegado y director general, en los próximos cuatro años “se producirá una aceleración de las inversiones en tecnologías que sustituyan el uso del gas en la generación de electricidad” en lo que respecta al consumo doméstico y la calefacción. Además, “habrá una inversión masiva en renovables, bombas de calor, redes eléctricas que tendrán que soportar esta revolución y una progresiva electrificación de algunos sectores de consumo”.
“Veremos una electrificación cada vez mayor del consumo: una transformación que podría reducir la dependencia del país del gas”
Francesco Starace, Enel CEO
Otra medida indicada por el consejero delegado y director general de Enel también se refiere a la diversificación de las fuentes de suministro de gas: importar gas por gasoducto de varios países, que cuesta menos, y aumentar el uso de gas licuado, que cuesta más pero permite mayor poder de negociación con los países que suministran gas por gasoducto. Esto también implica un compromiso compartido por parte de los países de la UE: de hecho, el impacto de la actual crisis energética afecta a “toda la economía europea porque las economías europeas están estrechamente interconectadas a través de la energía”. Por tanto, según Francesco Starace, es fundamental que los estados europeos vayan de la mano y aborden juntos este proceso: “No solo es factible sino que es necesario”.
Reducción Enel