Las oportunidades derivadas de las inversiones en energías renovables para superar la dependencia del gas, la urgente necesidad de actuar para digitalizar e innovar las infraestructuras: en una entrevista con “Limes”, Francesco Starace habló sobre los principales temas energéticos en el centro del debate internacional.
“La seguridad y la asequibilidad del suministro de energía deben lograrse mediante la diversificación de los proveedores”, explicó el consejero delegado y director general de Enel en la entrevista. “La combustión del gas ya no tiene sentido en sectores como la generación eléctrica, la calefacción doméstica, la automoción y muchos procesos industriales menos intensivos en energía que pueden electrificarse directa o indirectamente”: ya no tiene sentido no solo por razones económicas, sino también tecnológicas y estratégicas, ya que “las tecnologías actuales permiten prescindir del gas, reduciendo los costes y aumentando la seguridad energética”. Esto no es nada nuevo: estos procesos “se habrían dado de todos modos, pero de una forma más lenta y gradual”. Las tensiones geopolíticas que han estallado en los últimos meses, ahora obligan a acelerar. Como señaló el consejero delegado y director general, esto también lo confirma Repower Eu, una herramienta que hace “más rápidos e incisivos los desarrollos ya visibles en Europa”, y que sube aún más el listón “llevando las renovables del 40 % al 45 % en el mix energético europeo para 2030 (casi el 70 % en el sector eléctrico), asignando nuevos fondos y actuando sobre la simplificación administrativa para asegurar plazos ciertos”. Este enfoque “va en la dirección correcta, el sistema económico lo habría adoptado de todos modos”.
“La seguridad y la asequibilidad del suministro de energía deben lograrse mediante la diversificación de los proveedores”
Francesco Starace, Enel CEO
Por tanto, según Francesco Starace, hoy es más importante que nunca mirar sin miedo a la transición energética: “Como demuestra la polémica surgida recientemente en el Parlamento Europeo sobre la prohibición de los vehículos con motores de combustión para 2035 –una polémica que luego desapareció–, es evidente que existe resistencia a la transición energética en los sectores económicos, sociales e industriales que se ven directamente penalizados. Como todos los grandes cambios tecnológicos, este también beneficia inmediatamente a algunas personas y penaliza a otras. Pero esto no pone en peligro su oportunidad y conveniencia, siempre y cuando las repercusiones socioeconómicas se gestionen y mitiguen en lo posible. Desde un punto de vista histórico, los efectos del progreso no se contraponen con batallas conservadoras, sino aprovechando la innovación y tratando de orientar sus resultados”.
Durante la entrevista, el consejero delegado y director general también se centró en la necesidad de intervenir en las infraestructuras: “La planificación debe entrar en la adecuación de las redes de media y baja tensión, que deben digitalizarse para gestionar fuentes múltiples y discontinuas como las renovables. En este sentido, las renovables se diferencian mucho del modelo clásico de las grandes centrales térmicas que producen y distribuyen energía bajo demanda. Además, las redes deben estar dotadas de capacidad de almacenamiento para gestionar los picos de producción y consumo”. Como observó Francesco Starace, Italia está “muy por delante” en esto: “Actualmente, somos los únicos en Europa con una red completamente digitalizada. No es casualidad que los 13 000 MW de energía fotovoltaica no hayan dado problemas en el trienio 2010-2012. Ahora es necesario fortalecer la capacidad de gestión electrónica, pero sobre todo agregar capacidad de almacenamiento. Ya tenemos previsto instalar más de 1500 MW de baterías, lo que nos proporcionará una mayor capacidad de almacenamiento de la que hoy existe en el resto de Europa. Si el resto del continente acelera la adaptación de las redes nacionales, también gracias a Repower Eu, Europa estará a la vanguardia en el mundo”.
Redacción Enel